«B: Bebetecas» EDUCACIÓN Y BIBLIOTECA. Núm.100 (abril 1999)

 
  Ya he acabado el artículo que me han pedido, ahora solo hace falta corregirlo…

 

La palabra Bebeteca no existe en el diccionario de su procesador de textos.¿Quiere saltársela, borrarla, substituirla o aprenderla?

 

No, no quiero saltarmela, intuyo que dentro del mundo de las bibliotecas tiene una importancia vital. En el universo, y no debemos olvidar que las bibliotecas son universales, todas las partículas por más pequeñas que sean tienen su función que cumplir. Así es que de momento no quiero saltarmela, y aún menos borrarla, hay que ser precavido antes de hacer desaparecer una palabra aunque no exista en el diccionario, quizás sea inventada y eso quiere decir que al menos para la persona que la formuló tienen algún significado.

 

Así, ¿quiere substituirla?

 

¿Cuales son las opciones que me das?

 

Tecléela de nuevo, por favor.

 

Bebeteca: palabra no encontrada, seleccione otra palabra.

 opciones: básico, beata, beba, beber a sorbitos…

 

Me quedo con beba, es la que se le parece más, aunque básico seguro que también tiene relación.

 beba: niña, chiquilla, criatura…

 

 ¿Y si buscas beteca?

 

Beteca: opciones: betarraga, bibliotecario, biblioteca pública….

 

Pero qué listos sois los ordenadores sin saber nada de nada: has hecho aparecer las criaturas y las bibliotecas públicas…creo que vamos por buen camino.

 

Así ¿quiere que me la aprenda?

 

No, aún no, para aceptar una palabra nueva uno ha de ser muy cuidadoso y antes de hacerlo conocer su origen , su significado, su continente y su contenido …

 

En eso no le puedo ayudar.

 

Claro que si, busca en tus archivos cuando apareció en los periódicos o en la prensa la primera referencia escrita.

 

He encontrado las siguientes:

 En catalán :

Però els bebés també llegeixen?/Mercè Escardó i Bas.– P.20-21

 A: GUIX. Separata 150 (abril 1990)

 

En castellano:

La Biblioteca de Parets inicia una experiencia única en España/ Sonia García.

A: Revista del Vallès n. 814. (27/7/92)

 

Más información en:

La Bebeteca, o cuando la lectura es mirar y escuchar/

Mercè Escardó

 A: Educación Y BIBLIOTECA.– Núm. 46 (abril 1994)

 

Y una noticia en el «Diario del Sur» cuando el boom del récord del lector con carnet más joven llegó hasta Andalucía:

 

Bien ahora ya tengo la palabra, no hay dudas de que existe y se utiliza, por tanto está viva, pero y ¿el contenido y el continente que la hizo surgir?

 

Puede leer los artículos a través de Internet y consultar la dirección o el teléfono para pedir más información directamente de quien los escribió.

 

Eso es lo que voy a hacer.

 

Ring. Ring

 

Biblioteca infantil y juvenil de Can Butjosa. Mercè al habla. ¿Como dice? ¿que si me inventé yo la palabra Bebeteca? No, mire, ni me la inventé ni le dí su significado. La primera vez que la escuché fue en Salamanca, en la 5ª CONFERENCIA EUROPEA DE LECTURA que se llevó a cabo en la Fundación Germán Sánchez Ruiperez en Julio del 1987. Me escapé del ámbito del fomento de la lectura al que había ido a presentar la experiencia de cómo viajamos en la biblioteca con nuestras «Bibliovacaciones» y aterricé en el de la enseñanza de la lectura; en este escuché por primera vez en francés, de la voz de Georges Curie, la palabra mágica : Bebètheque. Esta palabra y las explicaciones que la acompañaban disiparon todas mis dudas sobre los primeros intentos de acercar a los libros que realizábamos con niños que aún no habían empezado su aprendizaje de lectura.

De nuevo en casa, en la biblioteca, continué trabajando en esta línea, buscando la manera de afianzarla y niño a niño, experiencia tras experiencia nos llevó a consolidar oficialmente los caminos hechos y el 3 de mayo de 1991, con el beneplácito de las administraciones de las que depende la Biblioteca de Can Butjosa: la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento, declaramos inaugurado este nuevo campo de acción, y de reacción por supuesto, y lo bautizamos con la palabra Bebeteca; porqué uno ha de ser honesto y reconocer las fuentes de las que ha bebido y aunque en Francia el ámbito de actuación de estas organizaciones que promovían la lectura para bebés no era el de las bibliotecas sino el de las casas cuna o guarderías, me pareció que era posible usarlo también en el la biblioteca.

 ¿Quiere saber más? De hecho si se lee los artículos o las comunicaciones que se han presentado en algunos congresos ya tendrá bastante, a veces una tiene la impresión de que ya se ha dicho todo.

 

Me gustaría conocer de su voz algunas cosas más, las que a veces quedan como huellas después de un problema, de una alegría, pistas para caminar..

 

Huellas, pistas… La verdad es que han pasado muchos años, y han cambiado muchas cosas, hemos cometido errores pero si es cierto que escritas en lápices de colores tenemos algunas cosas que no queremos olvidar en nuestro día a día.

 

Me gustaria conocerlas, si es tan amable..

 

No me importa compartirlas, de hecho las tenemos recogidas gracias a Dolores Tamayo, del Ayuntamiento de Coslada; sabe ahí están haciendo un buen trabajo respecto a los niños, tienen una Concejalía de Infancia desde hace muchos años, me invitaron a ir y después antes de poner en marcha una Bebeteca, me pidió las últimas recomendaciones. Aquí las tiene:

Respecto al espacio: ha de ser agradable, cómodo, tanto para los niños como para los adultos que los acompañan que han de poder tenerlos en el regazo, abrazarlos mientras les cuentan los cuentos, se ha de vigilar con los bloques de espuma que se ofrecen en los catálogos de mobiliario para bibliotecas, generalmente no tienen la altura suficiente para este fin.

Tampoco es conveniente mobiliario que incite al juego o al movimiento, tipo toboganes, trenecitos, etc… Es difícil que los pequeños estén tranquilos cuando el entorno les invita a jugar. Si en cambio es bueno prever instalaciones que permitan cambios, donde se puedan improvisar rincones etc.

 Los muñecos de trapo, grandes, suaves que leen en la bebeteca son buenos compañeros que acompañan y «dicen» con su actitud tranquila, protectora como se debe estar en este lugar. Todo aquello que propicie la fantasía, la magia, tiene cabida: cortinas cantarinas para separar espacios, tules, madrigueras de seres mágicos como el del «follet de Can Butjosa», una chimenea…

 Es conveniente disponer de estanterías para colocar los libros que están clasificados siguiendo los intereses de cada usuario: los libros de falda, con los que los pequeños escucharán y mirarán; los de aprendizaje de lectura, las primeras lecturas: en letra redonda o Teberosky y los libros para que los adultos sepan más sobre los pequeños.

Los libros que los pequeños pueden usar por sí solos: trapo, plástico, cartoné de pequeño formato.. han de estar colocados en cajas de cartón o de mimbre, que no pueden dañar a los más pequeños si cayeran sobre ellas, que se pueden dejar en el suelo y estar al alcance de los que aún no se tienen en pie que de esta manera pueden escogerlos y usarlos a su antojo

 

Respecto a los padres: se han de saber y notar acogidos, los bibliotecarios además de atenderlos hemos de darles confianza en ellos mismos, algunos padres de hoy han perdido su seguridad como transmisores y desde este especial espacio es necesario ayudarlos a recuperar este valor. Los padres han de comprender y apreciar que ponemos a su disposición una oportunidad de oro para estar tranquilos con su pequeño, un estar de calidad, en un lugar y en un tiempo, que en casa con los otros hijos, el teléfono, las tareas diarias es difícil de conseguir. Generalmente, los padres y madres, usuarios de la bebeteca, ya estan motivados; algunos buscan cosas nuevas,diferentes atractivas para sus hijos pero una vez las encuentran no saben como «utilizarlas», es necesario explicarselo individualmente o colectivamente ofreciéndoles la oportunidad de hablarse entre ellos y de descubrir por ellos mismos (con una sutil y a tiempo ayuda por nuestra parte) la importancia de los cuentos en el desarrollo vital de sus hijos, de como los cuentos les ayudaran a comunicar-se con ellos; pero para conseguirlo es preciso escoger  bien y contarlos; entonces aparecen las dudas: cuales, como, cuando, cuántos… Es conveniente hacer presentaciones de libros e invitar a otros profesionales que con su experiencia puedan ayudarlos y ayudarnos es este camino de hallazgo, de descubrimiento…

 

Respecto al uso: ya he dicho, y lo sabemos todos, que la Bebeteca no es un lugar de juego, es un espacio en el que todo se “dice” sin hablar y comunica un estado de ánimo propicio a conseguir un ambiente tranquilo y relajado; por ello, además del mobiliario, se ha de vigilar también con los juegos que se camuflan de libros y no lo son, casitas de muñecas, de ratitas, etcétera. Los desplegables y los móviles se han de utilizar en su medida justa, y siempre con la ayuda de un adulto.

 

Las normas de la Bebeteca son las mismas que las de la biblioteca, el respeto por los libros, guardarlos en su lugar, hablar bajito etcétera. Siempre había oído decir a mi abuela que la educación se adquiere en la cuna y ¡Que es la Bebeteca sino la cuna de la biblioteca! Así que la adquisición de unos buenos o malos hábitos lectores empieza aquí. desgraciadamente tenemos en contra “la cultura de las grandes superficies”, por llamarlas de alguna manera. En esos lugares, los padres tienen la tendencia de dejar solos a sus hijos, sabiendo que las salidas están vigiladas, los dejan corretear, saltar y manipular a su antojo… al contrario de lo que queremos que prevalezca en ese lugar especial que es la Bebeteca. A veces la lucha contra ese comportamiento es ardua, hay que hablar y cuidar mucho individualmente y particularmente a cada tándem de adulto y niño, hasta que descubren el placer de encontrar y compartir al unísono los secretos que esconden los libros.

 

¿Alguna cosa más?

 

No sé, hay tanto por aprender aún. Quizás constatar que después de casi 8 años, trabajamos sabiendo más de lo que no sabemos, y por ello siento la necesidad de caminar con todos los otros profesionales que desde servicios diferentes trabajan en el ámbito de la pequeña infancia. El trabajo en horizontal, “en xarxa” como decimos en catalán, se me hace imprescindible. En la Biblioteca de Can Butjosa, desde el curso pasado, hemos empezado con un espacio familiar alrededor de la lectura, se llama “La Taula Camilla”; en él, al calor de una mesa camilla, los padres y el personal de la biblioteca, ayudados por un psicólogo, hablamos y descubrimos aspectos nuevos de este misterioso mundo de la lectura. Es un primer paso… que dimos cuando comprobé que los objetivos de las experiencias singulares en estos campos, ludotecas, espacios familiares, son comunes; por ejemplo ayudar a los usuarios adultos a comunicarse con los niños, a que aprendan a entender lo que los niños dicen sin decir, ayudarlos a que sean unos transmisores responsables que saben qué trasmiten y lo que trasmiten, etcétera. Objetivos que nosotros en la biblioteca intentamos conseguir a través de los cuentos y de la lectura.

Y es que caminar con los más pequeños, a su ritmo, por espacios que ya utilizamos, nos ayuda a  redescubrir sus funciones, sus servicios, a recrear.

 

Muchísimas gracias

 

No hay de qué, hablando con usted he descubierto otros aspectos de la cuestión que nos ocupa, así que muchísimas gracias a usted también. Si necesita algo más, ya sabe donde encontrarme, en la Bebeteca, siempre que me sea posible…

¡Click!

 

Así que ya veo, ni me la salto, ni la borro, ni la substituyo.

 

No, solamente, sencillamente… apréndela por favor.

 

Hecho, pero deme por favor una definición para el diccionario.

 

Bebeteca: servicio de atención para la pequeña infancia( de 0 a  6 años) que incluye, además de un espacio y un fondo de libros escogidos para satisfacer las necesidades de los más pequeños y de sus padres, el préstamo de estos libros, charlas periódicas sobre su uso y sobre los cuentos, asesoramiento, y una atención constante por parte de los profesionales de la biblioteca hacia los usuarios.

 

Demasiado oficial ¿ la suya?

 

Un espacio de paz donde establecer vínculos de calidad a través de los cuentos y en el que la lectura sea mirar, escuchar, compartir y …

 

Lo siento, pero el suspiro de esperanza con el que ha acabado no lo puedo grabar. Soy limitado.

 

Apagar equipo. Por hoy ya es suficiente.

 

B: Bebetecas

Texto de Escardó i Bas, Mercè.  Il: Dibuix de l’artista Sara Huete 

A: EDUCACIÓN Y BIBLIOTECA, núm.100, abril 1999

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