«Bebeteca o cuando la lectura es mirar y escuchar» EDUCACIÓN Y BIBLIOTECA . Núm.46 (Abril 1994)

 

La bebeteca nació en la Biblioteca infantil y Juvenil de Can Butjosa como un servicio más de atención a los usuarios; una biblioteca que, desde su nacimiento (1983), se había planteado ya de manera prioritaria promover la lectura, y unos usuarios para los quienes el límite de acceder al préstamo y a la lectura se había situado, por sí solo, en los 6 años. Ésta era la edad con la que algunos niños empezaban a venir solos a la biblioteca al salir del cole -nuestro pueblo es un lugar tranquilo de poco más de 10.000 habitantes y la biblioteca está situada en un barrio de pequeñas casitas cerca de otros servicios,una piscina municipal y una escuela-; otros venían con los hermanos más mayores pero lo que es cierto es que hasta entonces habíamos comprobado que la llegada a la biblioteca se producía más o menos al comienzo de la edad lectora.

 

Poco a poco empezaron a llegar a nosotros un poco antes, también habia quien tenía hermanos en P5 o P4, y eran los hermanos mayores los que se llevaban con su carné libros para los pequeños. Decirles que ellos también podían hacérselo fue el primer paso.

 

A su pregunta:

– ¿Puede? ¿tan pequeño? -era cuestión de responder: -!Claro que si!

Y así empezaron Ana Belen y Fernando.

 

Pronto empezamos a hablar-lo con los padres que venían a buscar libros para ellos,  – tened en cuenta que nuestra biblioteca es también juvenil y muchas de las cosas para jóvenes y también para niños son aptas para adultos aunque algunos no lo crean así- y a pesar de los muchos chascos: – Tan pequeño ! ¡Qué tontería!. ¿Para qué quiere los libros  si no lee….?

Continuamos adelante y así llegó Daniel que ahora, a los 6 años, a veces no se lleva libros porque dice que ya es demasiado mayor para ello.

 

NOTICIAS DE FRANCIA

Animados por las noticias que nos llegaban de Francia -era el año 1987, sobre unos estudios que se habían hecho con bebés que demostraban que éstos, a los 10 meses, podían reconocer el libro como libro y diferenciarlo de los demás objetos que tienen a su alrededor, empezamos con tesón a perseguir a mamas embarazadas, que nos escuchaban con atención pero que, llegado el momento de ponerlo en practica, se olvidaban o … y no volvían.

 

Había que buscar otras tácticas; los resultados, de los que de forma espontánea habían empezado a «leer», eran muy estimulantes. 

 

Empezamos entonces los contactos con el Área de Salud Pública de nuestro pueblo, el C.A.P. y la primera en recibirnos fue la comadrona, pero ella la última vez que veía a las mamas era demasiado pronto,se olvidarían, como las nuestras. Era necesario hacer el contacto más tarde, en pediatría, !Claro!

¿Cómo no se nos había ocurrido antes? 

 

Y fue formidable. A Guillermina Prior, una de las ATS, le pareció que si ella ayudaba a cuidar los aspectos físicos de los pequeños, la prelectura entraba también en su competencia, lo hablamos con la Dra. Carreras y…  !Luz verde para el proyecto!

 

COMIENZA LA CAMPAÑA

Empezamos la campaña, un póster con un bebé que pide sonriente «¿me quieres explicar un cuento?» un  LOGO adecuado, mamá y papá los dos a la misma altura, con un bebé y libro, y escrito bien claro: BEBETECA. Servicio de préstamo de libros a partir de los 10 meses, unas fichas para rellenar desde el CAP, una revista PlCOTI, desgraciadamente ya desaparecida y amablemente cedida por la editorial, y una carta animando a los padres a disfrutar de este especial servicio de nuestra biblioteca.

 

 Y ya está, la Bebeteca en marcha.

 

Con ella pasamos de dos carnets, de niños de 4 años, el año 1985, a dos más en 1986, cinco en 1988 y por primera vez, el mismo año, a costa de perseguir a las mamas embarazadas, 4 menores de 4 años; al empezar la colaboración con el CAP, en 1990, pasamos a 26, y en los años siguientes 15, 29, 16 respectivamente.

 

Eso son las frías estadísticas; el calorcito os llegará al saber que en este momento tenemos 25 bebés y la edad para hacerse el carné ha llegado a ser un récord difícil de batir, Oriol se hizo el carné a la mañana siguiente de nacer, desde la clínica, desbancando a Xavier que se lo había hecho a las tres semanas arrebatándole el récord a Julieta que se lo hizo al mes, que a su vez…

 

Lo más importante es que lo utilizan, -con la ayuda de sus padres, claro está-. Oriol lo estrenó con un cassette de canciones de cuna, ahora a los 5 meses se lleva ya libros que sigue con verdadera atención; y Marta, que este año ha dejado la Bebeteca para ser ya una lectora normal  a sus 4 años se ha llevado a casa, donde ha mirado y escuchado, más de 140 libros.

 

¿A qué estamos jugando? ¿Qué queremos demostrar?

Sencillamente queremos ayudar a que los libros lleguen a los niños antes de que se enfrenten al difícil reto de aprender a leer, que hayan tenido la oportunidad de convertirlos en compañeros de juego, en objetos cotidianos, que los hayan compartido con afecto con sus padres, o que hayan vislumbrado mundos, en los que han podido reconocer cosas que los rodean y acciones y personas que forman parte de su mundo real.

 

Nada más que eso, si luego son grandes lectores o no, es cosa que no podemos evaluar aún, nos importa el ahora, su “futuro lector» va a depender  de tantas cosas…

 

Claro que alguien dirá: y eso ¿ Por qué llevarlo a cabo desde una biblioteca pública con el trabajo que en ellas tenemos ya? ¿No es enredarse demasiado?

Realmente a veces se hace difícil conservar la tranquilidad cuando hay más de un bebé en la sala compartiéndola a lo mejor, o a lo peor, con más de 100 lectores, de esos jóvenes grandotes a los que les cuesta hablar bajito y mover las sillas sin hacer ruido; sí a veces se nos hace difícil, por eso ahora hemos pedido al Ayuntamiento habilitar un trozo de pasillo sólo para ellos y estamos deseando enfrentarnos a un nuevo planteamiento que nos llevará a una nueva clasificación, fácil y adecuada, de sus fondos. Todo lo que sea necesario para que los bebés puedan disfrutar, gracias a este servicio y a sus padres, de los mismos derechos que los lectores que tienen la suerte de leer por si solos y es que cuando la lectura es mirar y escuchar es aún más emocionante llevar a cabo nuestro trabajo, que es hacer de puente entre lectores y libros, ya que de eso se trata ¿no?

 

Para más información

Biblioteca Infantil i Juvenil “Can Butjosa”

La salut,52

08150 Parets del Vallès

Merce Escardó i  Bas es bibliotecaria en la biblioteca Infantil i Juvenil Can Butjosa de Parets el Vallès.

 

La Bebeteca o cuando la lectura es mirar y escuchar

Escardo i Bas, Mercè

A: EDUCACIÓN Y BIBLIOTECA.NÚM. 46 (ABRIL 1994)

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1942 Amsterdam Ave NY (212) 862-3680 [email protected]
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