«Biblioteca por Carlos Gómez – Las Cartas» PRIMERAS NOTÍCIAS. Núm.81 (Enero 1988)

 

Saludos amigos!

 

Aquí estoy, tal y como quedamos, y eso que en un principio temí que este momento no llegaría nunca. Y es que lo he pasado fatal. Tanto, que si no me ayudáis entre todos no creo que pueda continuar.

 

Me he pasado todas las vacaciones de Navidad yendo cada día a la redacción de Primeras Noticias.

 

¿Para qué? ¿Cómo que para qué?

 

A buscar vuestras cartas, vuestras lecturas recomendadas. Sólo al entrar, Aurora, la secre, me decía:

 

-No hay nada Carlos, no ha llegado ninguna carta para ti. Lo siento chico -añadía al ver mi cara compungida.

 

Y así un día y otro. Al final ya no me decía nada, con la mirada ya lo expresaba todo. Yo cada vez me sentía más perdido, no sabía qué hacer. Los periódicos hablaban de colapso en Correos y yo me repetía una y otra vez, para animarme:

 

-Espera, no pierdas el ánimo, las cartas ya llegarán.

 

Pero no llegaban, y Jordi y después Pepe, el dire, me achuchaban cada vez con más apremio.

 

-Muchachito, ¿Y tu artículo?

 

-¡Cómo que nada! Venga, no te demores que luego las pruebas, la imprenta, todo queda para última hora.

 

-El correo, el correo, las cartas que no llegan, ya deberías haber previsto que este mes era seguro que pasaría eso, y además…

 

Y así muchas cosas más.

 

¿Entendéis ahora lo mal que lo he pasado?

 

¿Qué no? ¿Cómo puede ser? Poneros en mi lugar por un momento, por favor.

 

La vigilia de Reyes, me dirigí bastante alicaído hasta la biblioteca, quería intentar que Margarita me echara una mano y puede que Mercè también, al fin y al cabo ellas eran las responsables de la situación en la que me encontraba, ellas eran las que me habían metido en el lío.

 

Sólo entrar, Margarita vino a mi encuentro…

 

-¡Hola Carlos! ¿Has venido a estrenar algunos de los libros nuevos que hay en la exposición? ¡Carlos! oye chico, ¿Qué te pasa?.

 

-No puedo más, Margarita, no podré cumplir con la revista, no ha llegado ni una sola carta, nadie debe haber leído mi artículo. Como no sé escribir bien…

 

Creo que soy un desastre, y ahora ¿Qué?.

 

Las palabras me salieron como un torrente, al final me callé de golpe, estaba sin aliento.

 

-Venga Carlos, respira. Aquí no nos gustan los lectores morados ni asfixiados. No, no me estoy burlando de ti, es lógico que estés apurado; hay para estarlo.

 

Puede que juntos encontremos una solución. Venga, vamos fuera a charlar un rato. Salgamos antes de que nos echen.

 

Y charlamos. Ni poco ni mucho, lo suficiente. Y aquí estoy, dispuesto a recomendaros algunas lecturas. No, no las he escogido yo, creo que enseguida adivinaréis cómo he salvado la papeleta y si no, recordad las peculiaridades de mi biblioteca ¿No os suena nada el rincón de los libros recomendados?

 

Marta Gutierrez nos dice: Lo he recomendado porqué es realmente divertido y da mucha risa.  La historia empieza un jueves cualquiera, bueno, cualquiera no, el 35 de mayo, y en este día puede pasar cualquier cosa. El tío Rienghelhuth fue a recoger a su sobrino Konrad a la salida de la escuela. Konrad estaba preocupado, las matemáticas se le daban muy bien pero tenía que hacer una redacción sobre el Océano Pacífico y su imaginación era un poco floja. Pero tan sólo empezar a caminar un caballo les pidió un poco de azúcar y luego… Ja, ja, ja, luego ya lo descubriréis vosotros mismos.

 

Sónia Frias escribió: Erase una vez un juglar que iba de un país a otro cantando canciones y explicando cuentos. Erase una vez un rey que estaba muy triste porque no tenía súbditos y, qué casualidad, va y se encuentran y el juglar le cuenta siete historias de reyes para que se distraiga y luego…como le ha gustado mucho y le ha hecho feliz..

 

Fernando Rosales nos dice:  Todo empieza cuando Evan, un joven campesino, lleva las cabras al mercado. Sólo llegar a la ciudad descubre -más bien le hacen descubrir- que es la persona elegida para llevar a cabo una importantísima misión. Entre magos, gigantes, dragones, encantamientos y demás situaciones mágicas y lugares insólitos, nuestro amigo va a tener que llevar a cabo la tarea. ¿Qué  quál es? ¿Qué cómo lo hace?. Eso lo vais a saber  con sólo leer el libro. Y yo, que ya lo he hecho, como Fernando, no os voy a dar ninguna pista más.

 

Mara, Mara Tur Valiente, ¡Qué alegría me has dado! Cuando he ido a entregar el artículo a la revista, allí estaban las anheladas cartas. La tuya fue la primera que llegó. No tengo tiempo de leer tu lectura recomendada pero sí he buscado el libro y además con tu recomendación ya es suficiente.

Yo también estoy seguro que lo son y también que es de aquellos libros en que las desventuras del protagonista nos dan ánimos para llevar mejor las nuestras.

¿No será que os da «canguelo» escribirme? No, no será por esto, seguro que no. Pero si lo es, leed el libro, coged ánimos, papel y lápiz y ¡Adelante que os estaré esperando!.

Las Cartas

Biblioteca de Carlos Gómez por Mercè Escardó i Bas

Primeras Noticias – nº 81Any 1988

f
1942 Amsterdam Ave NY (212) 862-3680 [email protected]
Free shipping
for orders over 50%