«De la oralidad a la lectura. La voz es el primer vehículo de la literatura» El AEDO núm. 7 . Revista del mundo de la narración oral . Primera época. (Enero 2018)

Esta afirmación ha sido mi  lema, mi leitmotiv, la constante inspiración en ese camino recorrido a favor siempre de la lectura y de los niños, en diferentes ámbitos y situaciones,  enredando y invitando a seguirlos también a los adultos que los rodean. 

 

Junto a los niños, a su lado,  y siguiendo sus sutiles y espontáneos  pasos hacia y con los libros,  puedo ahora afirmar que  es imprescindible haberse quedado prendido en el encanto de la voz antes de hacerla resonar por dentro silenciosamente cuando leemos.

 

Leemos, con todo el sentido que esta palabra conlleva,  cuando llegamos a ser lectores de esos que, como decía Federico García Lorca en su locución en Fuente de Vaqueros el año 1931, en caso de pasar hambre  preferiríamos Medio pan y un libro.

 

Leer así es un camino en el que intervienen muchos y variados agentes externos además de la intención, el deseo y la dedicación  individual, es un  proceso, el  proceso lector, del que se han de cuidar cada uno de los imprescindibles pasos a dar.

 

Y el primero de ellos es él de  la voz, el que les permite a los que no saben aún : Leer Escuchando.

 

Siempre hemos de intentar agombolar, mecer, proteger a los niños,  alimentando su mundo interior con nuestras palabras hasta que ellos sean capaces de hacerlo por ellos mismos…. leyendo!

 

Y  claro que lo harán,  si  con nuestra voz,  los adultos, que tenemos la suerte de formar parte de su pequeño circulo familiar, escolar, de ocio… les acompañamos  desde bien pronto, mucho antes de que conozcan el significado de las palabras que oyen, y al hacerlo les  regalamos el lenguaje, palabras con las que nombrar el mundo que les rodea y cuando lo hacen podemos maravillarnos al descubrir el don que tienen de  recrearlo de nuevo, en ese  humilde,  cotidiano y preciso, instante en que ponen nombre a las cosas.  

 

Hemos de hacerlo, como han hecho con nosotros esos que ya tenían la suerte de leer y  ellos a su vez lo harán también. La voz es un vinculo intergeneracional, que liga emocionalmente a quien dice y a quien oye. 

 

Y cuando leerán? 

 

Cuando sea el momento! Su momento!

 

Lo importante, lo esencial es que la voz esté allí presente, siempre, en vivo y en directo, narrando, contando, leyendo en voz alta libros de esos  llenos de palabras  con las que queremos decir algo, que siempre es  mucho más que este algo que con ellas queremos expresar.

 

Palabras con significado, palabras que dejan huella, que manchan… como las que viven en los cuentos, en los poemas y en los textos de personas que, con su escritura y el polvillo mágico de la inspiración, han dejado que aquello que vivía dentro suyo,  heredado o venido desde ves a saber dónde, dejara su huella sobre el papel.

 

La escritura es sólo la huella del lenguaje sobre las piedras, las tablillas de barro, los papiros, los pergaminos, la ropa, el papel, la pantalla del ordenador, el móvil, los Ipat, los… el soporte es diferente, cambia, evoluciona, las palabras no, son sólo huellas que hay que saber descifrar, conocer, amar.  

 

Muchos dicen que es difícil leer que es más fácil mirar y escuchar, quizás en cierto modo tienen razón pero eso solo es la prueba visible de que algo ha fallado en la vida de ese niño o joven que no consigue o no quiere  leer:  o bien la voz no les ha hecho cosquillas cuando eran pequeños, o no han aprendido bien a descifrar esa huella que deja, esas hileras de hormigas que son las letras en el papel,  o no han encontrado este libro que los convertirá en personas que no solo leen sino que además saben leer, es decir  saben aportar a cada palabra el significado que la propia experiencia vivida o adquirida a través  de otras lecturas ha ido obteniendo, dejando a la vez que lo que leen les haga de espejo de lo que vive en su interior.

 

Y cuando nos encontramos al lado de un niño o un joven de esos que no leen, que no quieren leer por qué no conocen, no saben lo que ese sencilla manera de comunicar-nos nos proporciona, solo hemos de volver a la voz, a la oralidad. 

 

Y dejar que las palabras con su música despierten dentro de ellos esa otra música tan lejana y misteriosa como la inspiración, como la vida misma, que vive en su interior y lleguemos a conseguir que estén plenamente vivos y sutilmente educados gracias a lo que les susurra.  

 

♓En la familia la palabra es energía, música, vibración, que acuna, mece, reconforta y ayuda a estar en el mundo.

 

♓En la escuela la palabra tiene cuerpo y forma,  se toca, ocupa un espacio, un tiempo, el de mirarla, descifrarla, el de leerla.

 

♓Leyendo, cuando sabemos ya leer, la palabra tiene alma gracias a esas lecturas que nos ayudaran a reconocer lo que somos y iluminaran lo que podríamos ser.

 

 

 

De la oralidad a la literatura. Ls voz es siempre el primer vehículo de la literatura

Mercè Escardó i Bas

Lectora, escritora, narradora, puente de palabras y libros en bibliotecas, escuelas y otros lugares.

A: El AEDO núm. 7 . Revista del mundo de la narración oral Primera época. Enero 2018

 

 

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